Limpiar el baño es una tarea que se intenta evitar siempre. Sin embargo cuanto más tardemos en realizarla, más difícil será. Se trata de crear una rutina diaria para impedir la acumulación de bacterias y de suciedad.

Sigue estos pasos en caso de no disponer de un único producto, mejor que todo lo descrito…Agua Ionizada

Una de las zonas más importantes al limpiar el baño, si no la que más, es el inodoro. Mantener el váter aseado diariamente, evitará que tengas que dedicarle mucho tiempo al cabo de la semana. Para limpiar dentro de la taza, utilizaremos un cepillo para el inodoro con tu producto antical y desinfectante habitual, dejando que actúen durante unos minutos. En la superficie, utilizaremos un pulverizador con dicho desinfectante y una bayeta para aclararlo.

Como recursos naturales, podemos utilizar vinagre blanco como esterilizante o una pasta de bicarbonato de sodio mezclado con jugo de limón a partes iguales. También se puede utilizar agua oxigenada diluida en agua a partes iguales.

Para limpiar el lavabo y los espejos podemos aplicar el mismo aséptico. Para facilitar esta tarea, utilizaremos un pulverizador y frotaremos desde dentro hacia fuera. Para la pila, también podemos usar un truco casero que consiste en echar agua oxigenada y, después de dejar actuar unos 30 minutos, frotar y aclarar con agua. El agua oxigenada actúa como blanqueador y desinfectante.

En las manchas de cal, podemos aplicar una parte de vinagre por tres partes de agua en los grifos y en los azulejos. Sirve como desinfectante y contiene propiedades antibacterianas, dejando un acabado limpio y brillante.

Para secar los espejos, lo más recomendable es el papel de periódico porque no desprende fibras (frotando en una misma dirección, nunca en círculos).

Enjuagar todos los días la bañera quita mucho trabajo para cuando hagamos una limpieza profunda, pero no es suficiente. Sobre todo porque se quedan manchas de jabón y cal. Para dejarla impecable, basta con un producto para bañeras que puedes adquirir en cualquier supermercado. No olvides recoger los cabellos que puedan acumularse en el desagüe.

Lo ideal es utilizar una bayeta o un trapo para limpiar la mampara de las marcas de humedad. Y si la cortina contiene manchas o moho, se puede lavar en la lavadora con media taza de bicarbonato de sodio.

Como alternativa, un procedimiento casero para eliminar la cal es el limón, extendiéndolo y frotándolo en las zonas afectadas. Por otro lado, en las manchas de jabón, solo tendremos que aplicar vinagre blanco y, tras dejarlo actuar unos minutos, aclararlo con agua.

Por último, para dejar totalmente impecable nuestro cuarto de baño, vaciaremos el cubo de basura, barreremos el suelo y lo fregaremos para eliminar cualquier resto de suciedad y dejar buen olor. Tras esto, solo tendremos que ventilar bien para que la zona se seque rápidamente y haya aire fresco.

Recomendaciones para prevenir la suciedad

Lo mejor para que no se acumulen los residuos es ir limpiando el baño sobre la marcha, después de cada uso. De esta forma, a la larga, ahorrarás mucho tiempo. Dejar que el inodoro acumule suciedad implica la llegada de malos olores y un aspecto desagradable, además de la presencia de bacterias que aparecen por la humedad y acumulación de desechos.

¡No menosprecies la higiene de tu cuarto de baño!