Existen determinados productos que utilizamos durante la limpieza diaria que perjudican gravemente a nuestra salud y al medio ambiente y no lo sabemos. El Instituto Técnico Español de limpieza ha realizado un informe en el que se informa de la peligrosidad de algunas sustancias en la limpieza.
En todos los centros de trabajo se utilizan productos de limpieza a los que se encuentran expuestos todos los trabajadores, particularmente el personal de limpieza de la empresa. Los fabricantes de estos productos tienen la obligación legal de informar sobre el nivel de toxicidad que contienen, pero esto no es suficiente.
Las instrucciones de uso de estos productos no son claras ni concisas, lo que hace que se produzca un riesgo en la salud de los trabajadores.
CON LA LIMPIEZA MÁS VALE SER PRECAVIDO
En el informe realizado se establecen cuales son los productos con los que tenemos que tener máximo cuidado y precaución:
Antibactertianos y desinfectantes: muchas veces el miedo a los gérmenes y a la contaminación nos hace utilizar estos productos excesivamente, cuando simplemente con lavarnos las manos con agua y jabón es suficiente.
Limpiadores concentrados: algunos de ellos son muy agresivos y pueden dañar los ojos, las manos y los pulmones, al igual que los suavizantes y limpiadores perfumados. Entre el 1% y el 3% de la población europea es alérgica a los ingredientes naturales que componen estos limpiadores.
Ambientadores: en general todos los productos dedicados a la ambientación. Artículos como velas perfumadas o aceites de quemar incienso requieren de combustión, empeorando la calidad del aire.
En muchas ocasiones los ambientadores que consideramos más naturales son los más tóxicos, como por ejemplo el incienso, que emite cantidades excesivas de sustancias tóxicas y cancerígenas, más incluso que el humo de un cigarro.
Aerosoles: cualquier producto basado en aerosol. Son productos muy inflamables y en caso de un uso incorrecto los disolventes inhalados pueden llegar a causar la muerte.
Cloro: las cloraminas que emite el cloro con materia orgánica son altamente cancerígenas. A causa del cloro se producen diversos problemas de medio ambiente y algunos estudios determinan que el cloro utilizado para la potabilización de agua también es cancerígeno, mediante su exposición o ingestión.
En los procedimientos de limpieza el cloro es muy perjudicial, dañando la capacidad reproductora de las personas, además de ser nocivo para personas asmáticas. Su transporte es peligroso, y al entrar en contacto con la piel puede producir graves irritaciones.